Prensa BAER. – Detrás de cada vuelo, hay un equipo que trabaja sin descanso, protegiéndonos de lo invisible. Su misión es crucial: identificar y neutralizar las «Mercancías Peligrosas». Estas no son solo simple equipaje, son sustancias que, si no se manejan correctamente, pueden poner en riesgo a todos a bordo.
Con protocolos precisos y un conocimiento experto, el personal de Seguridad Aeroportuaria se convierte en el guardián de nuestros cielos, garantizando que cada viaje sea tan seguro como emocionante.
CLASES DE MERCANCÍAS PELIGROSAS
El Anexo 18 de la OACI, establece las bases para el transporte seguro de agentes o elementos de riesgo; y las Instrucciones Técnicas (Doc. 9284), que proporcionan los detalles sobre cómo llevar a cabo este traslado de manera segura, definiendo 9 clases de mercancías peligrosas, algunas de las cuales se subdividen, a su vez, en otras:
-Explosivos: Productos pirotécnicos que puedan detonar por su naturaleza, ejemplo: Fuegos artificiales, municiones, bengalas, todo tipo de armas.
-Gas: Aerosoles, bombonas de gas, cilindros con oxígeno, extintores contra incendio, combustible para encendedores, encendedores, inhaladores, sprays.
-Líquido inflamable: Acetona, adhesivos, cargas para encendedores, combustibles derivados de hidrocarburos, pegamentos, pinturas (resinas, barnices, disolventes), productos de perfumería, pequeñas bombonas, así como sustancias que puedan sufrir escapes y causar un incendio.
-Sólidos inflamables: Fósforos, polvos metálicos (zinc, magnesio), litio / sodio y carbón activado.
-Sustancias combustibles y peróxidos orgánicos: Fertilizantes, nitrato amónico, cloro y generadores de oxígeno.
-Sustancias tóxicas (Venenosas) e infecciosas: Pesticidas, herbicidas, desinfectantes.
-Material radioactivo: Detectores de humo, maletas con sistemas de alarma incorporados.
-Corrosivos: Baterías, ácidos, mercurio, amoniaco, artículos de limpieza como lejías y abrasivos.
-Mercancías peligrosas diversas: Aparatos accionados eléctricamente, hielo seco, imanes, sustancias peligrosas para el medio ambiente y sustancias irritantes.
En conclusión, en todo viaje aéreo hay un sistema robusto, guiado por normativas internacionales, encaminadas a garantizar que solo te preocupes por disfrutar de tu destino. Es un compromiso con tu seguridad, del que nadie se olvida.
TEXTO: RICHARD ESPINOZA GARNIER/ MARILYN HERRERA/ JHORDANA CHACÓN.
FOTOS: PRENSA BAER